La lucha de un solo hombre por mantener vivo el legado de su tribu
Imagina vivir solo, en completo silencio, siempre huyendo, siempre temeroso, invisible para el mundo. Esta es la vida diaria de un hombre solitario en la Amazonía.
¿Qué se sabe del Último Miembro de una Tribu que fue Aniquilada en el Amazonas?
También ha dejado chozas de paja y herramientas hechas a mano como
puntas de flecha talladas, calabazas para almacenar agua, nueces secas y una
antorcha que ha hecho de resina. Su huerto está lleno de estos cultivos: pata,
mandioca y maíz.
La existencia de este poblador originario fue motivo de debate durante varios años. Su comunidad había sido masacrada por campesinos en 1996 y desde entonces, ha habido rumores de la presencia de un último sobreviviente habitando la zona.
Survival International es una organización que lucha en todo el mundo para detener el exterminio de tribus no contactadas
Es inquietante caminar por el pequeño bosque donde vive. Su presencia está en todas partes y se puede sentir observando en todas partes. Mario y Pedro, guías indios, señalan uno de sus refugios de caza hechos de hojas y una palmera que ha cortado para extraer el corazón de la palma.
Si se pretende acercarse demasiado disparará una flecha como advertencia. El año pasado golpeó a Tunio, que trabaja para FUNAI , el Departamento de Asuntos Indígenas de Brasil. Afortunadamente, Tunio se recuperó rápidamente. Claro, entrar a la casa de alguien sin ser invitado se siente como una intrusión.
"Ha sufrido una experiencia muy violenta, ve el mundo como un lugar muy peligroso", dice Watson, quien visitó la zona y vio los campamentos del hombre.
La gente de Survival International no son intrusos voyeuristas. Hay una razón para su visita. FUNAI quiere establecer si todavía está vivo y monitorear la tierra para protegerla de los invasores.
Algunos de los rancheros tienen sus ojos puestos en su tierra y hay muchos hombres armados felices que no pensarían en matarlo por el costo de una noche en la ciudad. No en vano, muchos brasileños llaman a Rondônia el estado 'bang bang'.
Es importante tomar en cuenta que el contacto con el mundo exterior también lo pone en riesgo de morir de gripe, sarampión u otras afecciones comúnmente tratables, ya que la inmunidad de estas personas ante enfermedades es baja.
"En cierta manera, no necesitamos saber nada sobre él. Pero es un símbolo de lo que estamos perdiendo: esta tremenda diversidad humana", concluyó Watson.
Algunos meses después de su visita reciben una buena noticia: FUNAI ha decidido no contactar al 'Último de su tribu', sino ampliar su pequeño territorio en 3.000 hectáreas para darle más espacio y más libertad para cazar. Se Espera que ahora tenga la oportunidad de vivir su vida en paz.