El último de su Tribu en la selva del Amazonas

La lucha de un solo hombre por mantener vivo el legado de su tribu



Imagina vivir solo, en completo silencio, siempre huyendo, siempre temeroso, invisible para el mundo. Esta es la vida diaria de un hombre solitario en la Amazonía.

 
 
 
 
Un video que circula en la red muestra a quien ya ha sido calificado como "el hombre más solitario del mundo"En las imágenes se ve a un hombre musculoso, de unos 50 años, cortando un árbol con un hacha en medio del Amazonas.
El video fue compartido por la Fundación Nacional del Indio (Funai), el órgano del gobierno de Brasil que establece y desarrolla las políticas relacionadas con los pueblos indígenas.
¿Por qué lo filmaron?
Funai estuvo monitoreando al hombre desde 1996. Este video sirve como una prueba de que todavía está vivo, lo cual es necesario para renovar una orden de restricción en el área que habita en el estado noroccidental de Rondonia, Brasil.
La zona, que abarca unas 4.000 hectáreas, está rodeada de granjas privadas y campos deforestados, pero la orden impide que alguien la invada y la ponga en peligro.
Según la Constitución de Brasil, los derechos de los indígenas sobre sus tierras son definidos como derechos originarios.
"Tienen que seguir demostrando que este hombre existe", le dijo a la BBC Fiona Watson, directora de investigación y defensa de Survival International, una ONG que defiende los derechos de los pueblos indígenas.

¿Qué se sabe del Último Miembro de una Tribu que fue Aniquilada en el Amazonas?


Lo cierto es que sabe muy poco, pese a haber sido tema de varias
investigaciones, artículos de prensa y un libro titulado "El último de la tribu: la épica búsqueda para salvar a un hombre solitario en el Amazonas", del periodista estadounidense Monte Reel.

El hombre se clasifica como "no contactado", lo que significa que, hasta donde se sabe, nadie distinto a su tribu le ha hablado alguna vez.
 



A su tribu nunca se le ha puesto un nombre y no se sabe qué idioma hablaron. Durante años, los medios brasileños lo han llamado "el Indio del Agujero" porque realiza profundas zanjas (más de seis pies de profundidad), posiblemente para atrapar animales o esconderse.

También ha dejado chozas de paja y herramientas hechas a mano como puntas de flecha talladas, calabazas para almacenar agua, nueces secas y una antorcha que ha hecho de resina. Su huerto está lleno de estos cultivos: pata, mandioca y maíz.


¿Por qué este video es importante?

Hasta ahora, lo único que se tenía de él era una foto borrosa. La tomó un cineasta que acompañó a Funai en un viaje de monitoreo. La foto aparecía fugazmente en un documental brasileño de 1998 titulado Corumbiara.

Los activistas dicen que están contentos y sorprendidos de descubrir que el hombre tiene aparente buena salud. "Está muy bien, cazando, manteniendo algunas plantaciones de papaya y maíz", le dijo al diario británico The Guardian Altair Algayer, un coordinador regional de Funai.

¿Qué peligros enfrenta?

Se cree que la mayoría de su tribu fue diezmada en la década de los 70 y 80 después de que se construyera una carretera en las cercanías, lo que provocó un aumento en la demanda de tierras con fines comerciales.


Hoy, agricultores y madereros ilegales todavía quieren apoderarse de esas tierras. También podría verse confrontado por los llamados "pistoleros", hombres armados que patrullan el área al servicio de ganaderos.

La existencia de este poblador originario fue motivo de debate durante varios años. Su comunidad había sido masacrada por campesinos en 1996 y desde entonces, ha habido rumores de la presencia de un último sobreviviente habitando la zona.


Survival International es una organización que lucha en todo el mundo para detener el exterminio de tribus no contactadas



Es inquietante caminar por el pequeño bosque donde vive. Su presencia está en todas partes y se puede sentir observando en todas partes. Mario y Pedro, guías indios, señalan uno de sus refugios de caza hechos de hojas y una palmera que ha cortado para extraer el corazón de la palma.
Si se pretende acercarse demasiado disparará una flecha como advertencia. El año pasado golpeó a Tunio, que trabaja para FUNAI , el Departamento de Asuntos Indígenas de Brasil. Afortunadamente, Tunio se recuperó rápidamente. Claro, entrar a la casa de alguien sin ser invitado se siente como una intrusión.


"Ha sufrido una experiencia muy violenta, ve el mundo como un lugar muy peligroso", dice Watson, quien visitó la zona y vio los campamentos del hombre.


La gente de Survival International no son intrusos voyeuristas. Hay una razón para su visita. FUNAI quiere establecer si todavía está vivo y monitorear la tierra para protegerla de los invasores.

Algunos de los rancheros tienen sus ojos puestos en su tierra y hay muchos hombres armados felices que no pensarían en matarlo por el costo de una noche en la ciudad. No en vano, muchos brasileños llaman a Rondônia el estado 'bang bang'.


 
Ellos están aquí porque quieren contar su historia como parte de la campaña 'Tribus no contactadas' de Survival , por los derechos de las personas no contactadas de todo el mundo. La selva amazónica de Brasil es el lugar con más tribus no contactadas en todo el mundo, según Survival International.
Es importante tomar en cuenta que el contacto con el mundo exterior también lo pone en riesgo de morir de gripe, sarampión u otras afecciones comúnmente tratables, ya que la inmunidad de estas personas ante enfermedades es baja.
"En cierta manera, no necesitamos saber nada sobre él. Pero es un símbolo de lo que estamos perdiendo: esta tremenda diversidad humana", concluyó Watson.

Algunos meses después de su visita reciben una buena noticia: FUNAI ha decidido no contactar al 'Último de su tribu', sino ampliar su pequeño territorio en 3.000 hectáreas para darle más espacio y más libertad para cazar. Se Espera que ahora tenga la oportunidad de vivir su vida en paz.

Vía:  Survivalinternational    BBC