Las cañas no son rectas, así que para poder utilizarlas como flechas deberemos enderezarlas. Para esto tenemos que calentar el bambú y flexionar en el sentido contrario a la doblez. Primero enderezaremos los tramos inter-nodos y después los propios nodos.
Y obtenemos nuestras cañas listas para convertirlas en flechas.
Con las cañas enderezadas, pasamos a cortarlas a la longitud deseada, teniendo en cuenta dejar un par de centímetros de más y con una lijadora o una amoladora reducimos los nodos para que quede lo más homogénea posible como en la imagen.
Hora de hacer las muescas. Hay muchas formas, elegir la que más os guste. Aquí simplemente le damos forma como veis en la imagen y luego la calentamos para endurecer el bambú. Tened cuidado a la hora de quemar, pues cuando se ve el núcleo del bambú las fibras se encienden enseguida.
Es la hora de las plumas. Nuestras flechas necesitan de las plumas para seguir la trayectoria sin desviarse. Lo mejor que podemos hacer es comprar las plumas. . Se cortan por la mitad del cañón y con una dremel se deja lo más liso posible.
Las plumas tiene que ir colocadas a 120º para eso lo mejor es hacernos una plantilla a la hora de colocarlas.
Para sujetarlas vamos a utilizar una cuerda para atarlas. Sería más rápido utilizar pegamento o cola, pero estamos haciendo unas flechas totalmente tradicionales. Observad en la imagen como se ata y como se pasa la cuerda de manera helicoidal a lo largo de las plumas.
Hacemos una ranura para insertar la punta, ésta deberemos de comprarla o crearla nosotros mismos. En este caso y por seguridad si que pegamos la punta en la ranura, además de atornillarla con el bambú. Luego la recubrimos con hilo de seda para que no pierda el diseño que le hemos dado.
Cortesía de: Ikkaro Instructables